La palabra se encuentra en Salmos 145: 14-21

En nuestra vida cristiana tendremos muchas luchas y caídas, hay veces en que nos alejaremos de Dios, pero aún en lo más bajo Jehová nos alcanzará cuando nos volvamos a Él de corazón (vers. 14).

Recordamos la historia del Rey Manasés que hizo muchas cosas que lo alejaron de Dios y además confundieron al pueblo de Israel y terminaron pervirtiendose por seguir a su rey. Sin embargo cuando Dios le envió el merecido castigo, Manasés “Se humilló tanto delante del Dios de sus antepasados, que Dios escuchó su oración y lo perdonó”. Así de misericordioso es Jehová, que debe tener el primer lugar en nuestro corazón porque ese es el primer mandamiento pero además porque Su amor por nosotros es tan grande (cubre multitud de pecados) que no podemos amarlo menos que eso.

Por último, no cometamos el error del Faraón, que cuando le preguntaron qué día quería que oraran por Él para que se termine la plaga de ranas de Egipto, respondió “mañana” (Éxodo 8:9-10).
Hoy es el día en que tenemos que volvernos a Dios de todo corazón, hoy es el día en que tenemos que erradicar todo pecado de nuestro corazón, hoy es el día en que tenemos que pedirle al Señor que nos lave de todo pecado y nos ayude a vencer nuestras luchas diarias. Hoy es el momento de volvernos a Él para que Dios nos perdone y podamos recibir todas las bendiciones que nos ha preparado y cumpla nuestro deseo.

No podemos pasar por alto el vers. 20b “Mas destruirá a todos los impíos.” porque llegará el día en que tendremos que presentarnos delante de Él y debemos estar preparados para ello.