Palabra dominical 28-05-2024
A lo menos dos cosas no hagas conmigo;
Entonces no me esconderé de tu rostro:
Aparta de mí tu mano,
Y no me asombre tu terror.
Llama luego, y yo responderé;
O yo hablaré, y respóndeme tú.
¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo?
Hazme entender mi transgresión y mi pecado.
Job 13:20-23
¿Quién de nosotros se siente con la autoridad para pararse delante de Dios y preguntarle como Job? “¿Cuántas iniquidades tengo yo?” No es fácil sentirse con esa libertad dado que todos reconocemos que hemos pecado delante de Él de alguna manera. Sin embargo, a veces nuestra oración busca ser más una justificación que un sincero arrepentimiento.
Yendo al principio del Libro de Job, sabemos que las pruebas por las que estaba pasando no eran un castigo por sus acciones sino que Dios mismo le reconocía como un hombre justo, aún así Job entendía que no era perfecto y estaba dispuesto a reconocer que pudo haber pecado sin darse cuenta, por eso dice “Hazme entender mi transgresión y mi pecado”.
Debemos aprender a ser tan humildes como era Job, debemos aprender a humillarnos delante de Dios bajo el peso de nuestro pecado enfrentado a su Santidad, a dejar de justificarnos y en cambio pedirle que nos enseñe cuál fue nuestro error. Ésta debería ser nuestra oración cada noche.
Cuando Dios le responde a Job, desde el capítulo 38 en adelante y le muestra su grandeza y poder, a Job no le queda más que reconocer su ignorancia y darse cuenta que ante Dios nuestras buenas intenciones no son suficientes.
Si queremos tener esa experiencia, debemos primero conocer a Dios como Job lo hizo, para que dejemos de “conocerlo de oídas” (Job 42:5) y empecemos a darnos cuenta de que no ganamos nada con justificar nuestros errores y más bien debemos humillarnos delante de Él y tener un arrepentimiento sincero (Salmos 51:17)
Por último, sólo en la medida que nos “enamoremos” de Dios y dejemos que Él conquiste nuestro corazón, tendremos ese deseo de conocerle más y buscaremos agradarle hasta que nuestras obras sean de un olor agradable delante de Su presencia.